La belleza

Definición de Belleza
La definición de belleza corresponde más que nada al concepto que se forma mediante una apreciación que causa placer, este por supuesto se rige por ciertos parámetros o características que se encargan de establecer lo que se considera adecuado y por lo tanto bello o hermoso.
Pasando ya a la definición de belleza se trata entonces de una noción abstracta que corresponde a un atributo concedido más que nada por una armonía notable que cautiva los sentidos por lo que también equivale a una cualidad o valor estético.
Origen de la palabra belleza
La palabra belleza surge del latín bellus que equivale como es de esperarse a bello o hermoso. Se sabe también que este término comparte raíz con bonus que hace referencia a lo bueno.
Por otro lado se ha establecido que un principio solo era empleado para niños y mujeres cuando se quería manifestar que se trataba de algo bueno de ver.
¿Qué es la belleza?
Para ampliar un poco más la definición de belleza es preciso señalar que estamos hablando de lo opuesto a la fealdad, por lo tanto se usa para hablar de percepciones que causan sensaciones positivas a nivel sensorial.
Los griegos por ejemplo aseguraban que la belleza no se quedaba solo en el plano físico, pues también existía la belleza del alma por lo tanto además de lo estético también la empleaban para referirse a lo ético.
Campos como el de la filosofía y el arte suelen manejar sus propias concepciones sobre el ideal de belleza, incluso la clasifican y le asignan variadas finalidades.
Entre los sinónimos de belleza más utilizados podemos mencionar: perfección, atractivo, encantador y hermoso.
Determinar qué es bello y que no lo es, es quizá uno de los más interesantes desafíos intelectuales. Para muchos, a causa de la subjetividad, se trate simplemente de una quimera. ¿Cuándo y a qué objetos es lícito aplicar la categoría de belleza? ¿Es bella la naturaleza, su representación o la relación entre ambas? ¿Qué parámetros rigen a una o a la otra? ¿Existen códigos que trasciendan las normas culturales y temporales? El debate se abre como un abanico que al ramificarse ofrece nuevas posibilidades. Algunas complementarias y otras, llanamente contradictorias.
La belleza puede aplicarse en términos general o podemos optar por hablar de la representación artística en particular, de la mano del talento creativo. No es original señalar que ésta se ve influída siempre por un marco filosófico ya sea de manera implícita o explicita. Esta evidencia se expresa en la historia del arte, en el florecer de los movimientos artísticos y en sus respectivas reacciones. Pero más alla de esta interacción fascinante entre la razón y la creación, resolver qué es lo bello y por qué, conforma uno de los problemas centrales de la estética y ha sido aborada por no pocos pensadores a lo largo del tiempo.
Una de las primeras discusiones al respecto, la encontramos en Jenofonte, en el siglo V a.C. Jenofonte afirmó que existen tres categorías diferentes para el concepto de belleza:
1. La belleza ideal: basada en la composición de las partes
2. La belleza espiritual: el alma, que se expresa a través de la mirada
3. La belleza funcional: las cosas son bellas en tanto que son útiles.
Y es en este sentido que las cosas pueden ser bellas o feas a la vez, esto es, según que fin persigan. Esta idea relativista, será reemplazada por otros criterios de corte idealista, que fueron dominantes por largos años a través de la historia.
Belleza esencial, belleza perfecta
Es así que será Platón quien elaborará las concepciones de belleza que más impacto tendrán en occidente. En primer lugar, tomará de Pitágoras la noción de belleza como armonía y proporción. Y luego, el concepto original de esplendor, según el cual la belleza reside en una suerte de luz ininteligible de la cual el mundo sensible es una mera aproximación: “de la justicia, pues, y de la sensatez y de cuanto hay valioso en las almas no queda resplandor alguno en las imitación de aquí abajo, y solo con esfuerzo y a través de órganos poco claros, les es dado a unos pocos, apoyándose en las imágenes, intuir el género de lo representado.” (Platón, Fedro)
La belleza, en síntesis, es para Platón algo independiente de lo físico de manera tal que no tiene por qué corresponderse con una imagen visual. Esto significa, entonces, que la ésta es suprasensible y está más allá de lo intelectual., por lo tanto, captar lo verdaderamente bello no es algo posible para todos.
Esta belleza idealizada, se potenciará luego con la vertiente pitagórica: la belleza de las formas geométricas, siendo una belleza de naturaleza “abstracta” e ideal se basaba exclusivamente en la proporción y, previsiblemente, en una concepción matemática del universo.
Belleza subjetiva
Esta belleza ideal, pero objetiva, en tanto su existencia depende de la esencia misma de lo bello, se contrapone con la noción de belleza subjetiva en tanto que ésta es relativa a la apreciación del observador. Así pues, con el transcurso del tiempo, el debate filosófico comienza a abandonar la discusión sobre las reglas que permiten construir qué es lo bello (o reconocerlo) y se desplaza hacia los efectos que la apreciación de la belleza produce.
Así en el siglo XVIII, David Hume reflexiona entre éstos dos enfoques contrapuestos: “si bien es cierto que belleza y fealdad, sin más aún que dulzura y amargura, no son cualidades de los objetos sino que pertenecen enteramente al sentimiento interno o externo, hay que admitir que existen ciertas cualidades en los objetos que están adaptadas por naturaleza para sucitar esos sentimientos específicos. (...) Cuando los órganos son tan finos que nada pude escapárseles y al mismo tiempo son tan precioso que perciben cada uno de los ingredientes de la composición, a eso lo llamamos delicadeza del gusto (...) Aquí son utiles, por lo tanto, las reglas generales de la belleza, ya que deriban de modelos reconocidos y de la observación de lo que gusta o disgusta. Hume, Ensayos morales, políticos y literarios
Recordando que la estética busca principalmente encargarse del estudio de lo que es bello, ahora si hablamos de belleza siendo muy generales podemos decir que algo bello puede asociarse con algo bueno o agradable y que así como hay algo bello también podemos hablar de su opuesto, lo no bello o feo. Debemos tener en cuenta que la belleza es algo subjetivo ya que cada persona tiene un concepto de belleza muy diferente dependiendo de su percepción de las cosas, de su gusto personal y que la forma de percibir la belleza es por medio de los sentidos, hay personas que perciben la belleza por medio de la vista generalmente ya que encuentran agrado en algo que están viendo, algo externo a ellos pero también hay personas que pueden encontrar esa belleza  algo que comen algo que perciben por medio de su gusto, en el caso de los que tienen problemas de visión vemos que la belleza se puede percibir por medio del tacto y no solo quienes tienen problemas de visión ya que cualquier persona puede encontrar belleza por medio de algo que toca algo que siente con su tacto y que le genera una sensación agradable. Vemos que en el caso de la música o incluso muchos sonidos de la naturaleza se puede encontrar belleza por medio del oído. Y por último considero yo que todos tenemos fascinación por ciertos olores, olores que nos generan agrado y otros que en cambio nos disgustan, es un buen ejemplo de cómo se puede percibir la belleza por medio de los diferentes sentidos. Recordemos que el filósofo  platón decía que la belleza está relacionada a la armonía y a la proporción haciendo que la belleza se vea desde un punto objetivo pero en este punto es difícil encasillar la belleza solo en un molde, grupo, características específicas debido a lo que ya mencionamos antes sobre el hecho de que cada persona tiene un concepto de belleza muy diferente más relacionado  al gusto personal de cada sujeto.



Fuentes de información:
https://filosofia.idoneos.com/problemas_filosoficos/que_es_la_belleza/

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